La Unión Ganadera Regional de Tamaulipas hizo un llamado a las 53 Asociaciones Ganaderas Locales, a los productores independientes, exportadores, engordadores, médicos veterinarios, los 43 Ayuntamientos, el Gobierno de Tamaulipas, Gobierno Federal y la Universidad Autónoma de Tamaulipas, a sumar esfuerzos para recuperar el estatus sanitario «Acreditado Modificado» que se mantuvo por más de 20 años y permitía exportar en promedio 150 mil becerros al mercado estadounidense.
El Presidente de la UGRT, José Guerrero Gamboa, dijo que lamentablemente en el sexenio pasado ( de Francisco García Cabeza de Vaca) se degradó al estatus «Acreditado Preparatorio» que obliga a los ganaderos exportadores a aplicar doble prueba de tuberculosis — en rancho de origen y lote a exportar– situación que ha generado la caída de exportación a solo 50 mil becerros, que representa una brusca caída en los ingresos de los productores.
Explicó que un becerro de 200 kilos puesto en el mercado estadounidense se cotiza en 17 mil pesos, mientras que en el mercado nacional se vende en 13mil 500 pesos, por lo que la diferencia en los 100 mil becerros, llega a los 350 millones de pesos. » De ese tamaño es el impacto en nuestra economía» aseveró.
Por ello, subrayó, es de gran importancia para el sector pecuario de Tamaulipas fortalecer las acciones conjuntas e integrales por parte de todas las instancias de la cadena productiva ganadera, a fin de avanzar en el regreso al estatus «Acreditado Modificado» y seguir trabajando para llegar al «Acreditado Avanzado» como el estado de Sonora, para eliminar las pruebas de tuberculina para la exportación.
Guerrero Gamboa, dijo que en las actuales condiciones de la ganadería tamaulipeca, golpeada severamente por la prolongada sequía — hace trece años que no llega una tormenta o ciclón a la zona de mayor potencial ganadero de la entidad Soto la Marina, Aldama, González– que se traduce en deterioro marcado de agostaderos y praderas por el obligado sobrepastoreo, se siente más la reducción de esas divisas que iban directas al bolsillo del productor.
Es urgente, señala, que en el segundo año de la nueva administración del gobierno de la transformación que preside el Dr. Américo Villarreal Anaya, más sensible a los problemas del sector agropecuario, con base en este diagnóstico serio de la situación sanitaria y operativa de la ganadería tamaulipeca, se establezcan políticas públicas integrales y oportunas para regresar el brillo a productividad.
«Tenemos confianza en que siendo un gobernador doctor de profesión que le entiende a los temas de sanidad humana y animal que van de la mano, podamos hacer equipo para avanzar de manera conjunta en los temas de la sanidad e general y en espacial en las campañas contra la tuberculosis y brucelosis que son enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmiten de los animales al hombre», indicó.
Añadió que ya se han realizado varias reuniones con el equipo de la Secretaría de Desarrollo Rural, ( antes presidido por el MVZ Dámaso Anaya Alvarado) y ahora por el Ing. Antonio Varela Flores, a fin de cerrar filas y sumar esfuerzos, voluntades y recursos, a fin de trabajar fuerte por alcanzar el estatus » Acreditado Modificado» en la erradicación de la tuberculosis y brucelosis, en donde hay un convenio bilateral entre México y Estados Unidos.
Finalmente, dijo que ahora que el nuevo Rector de la UAT es Dámaso Anaya Alvarado, es Secretario de Desarrollo Rural, la Universidad a través de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia, así como la amplia red de ex alumnos veterinarios, se sumen a las campañas de sanidad a que estamos convocando desde la UGRT en nuestra corresponsabilidad con las autoridades formales de la SADER a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y del Comité Estatal de Sanidad Pecuaria de la SADER estatal.
Recordó que esta acción es fundamental para la mejoría del sector pecuario estatal, pues en los últimos años el hato ganadero por efectos de sequía, menor estatus sanitario, caída de los recursos en los programas de estímulos federales y estatales, entre otros, se redujo de un millón de cabezas a unas 800 mil, es decir el veinte por ciento menos.
Asimismo, citó que hay en la entidad unas 19 mil unidades de producción pecuaria o ranchos ganaderos que en promedio, además de la familia de cada productor ( cinco integrantes) generan en promedio 3 a 4 empleos por rancho, lo que se traduce en unas cien mil personas que dependen de la rentabilidad pecuaria.
«Si todos trabajamos en unidad por la sanidad, es factible que en tres años podamos regresar al nivel del estatus que perdimos el sexenio pasado por el desorden generado en el manejo inadecuado de las políticas públicas para el sector pecuario. De no hacerlo iremos en caída libre a la quiebra», concluyó.