La industria cárnica representa una de las principales actividades productivas en el mundo, su importancia radica en que de ella se obtiene gran variedad de la proteína que forma parte de la dieta integral de la población y que, además, aporta a cada nación ingresos significativos tras su comercialización.
El Organismo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) proyectó para 2022 una producción de 360 millones de toneladas de carne de diferentes fuentes, un 1.2% más que en 2021; gran parte de este incremento proveniente del aumento de la producción en Asia, principalmente de carne de cerdo, y en Sudamérica, sobre todo de carne de bovino y de aves.
En 2022 se generaron alrededor de 75 millones de toneladas de carne de res en el mundo, colocándola como la tercera proteína cárnica de mayor producción; México ocupó el 6° lugar en el ranking global, aportando el 2.9% del volumen generado en el orbe con 2.17 millones de toneladas, cifra 2.1% mayor que la generada el año anterior. Según datos del CONAFAB, para el 2023 se proyecta que esta producción se incremente a 2.21 millones de toneladas, cifra 1.9% mayor que la de 2022.
La carne de bovino es la segunda proteína cárnica más producida en México, y representa el 8.8% de la producción nacional pecuaria; ocupamos el 5° lugar en consumo mundial de carne de res con 15.2 kilos per cápita, sumando un consumo nacional aproximado a 2 millones de toneladas.
En todas las regiones del país se produce carne de bovino, con diferentes sistemas de producción que se han adecuado a las condiciones climáticas, fisiográficas y económicas; hemos mantenido una tasa media anual de crecimiento de 2.1% en la última década, siendo los estados de Veracruz y Jalisco quienes se han colocado como los principales productores nacionales, con cifras superiores a las 250 mil toneladas en 2022.
El continúo ascenso en la producción nacional permite al país imponer récords anuales en el mercado internacional; en 2022, las exportaciones alcanzaron un nuevo máximo histórico, rompiendo la barrera de las 300 mil toneladas que denotaron una captación de divisas por 2 mil 161 millones de dólares. Estados Unidos sigue afianzando su posición como principal cliente y proveedor de México; el intercambio comercial con este país alcanzó las 353.5 mil toneladas (exportaciones + importaciones), volumen que representó el 80% del comercio total de México, confiriendo un saldo favorable para comercializadores nacionales por 194.6 mil toneladas, permitiéndonos mantener una balanza comercial positiva de este producto. Es así como el panorama respecto al comercio exterior de carne de res es bastante favorable para el país, ya que hoy por hoy estamos superando los 2 mil millones de dólares anuales con un volumen superior a las 300 mil toneladas, tomando en cuenta que en 2003 las ventas al exterior de carne de res fueron de apenas 5 mil toneladas aproximadamente, teniendo además como dato clave que esta actividad pecuaria exportadora se elevó en valor un 91.2% en el 2022 respecto al 2017.
Esta proteína continua con un precio alto, explicado en parte por el aumento del precio de los insumos (alimentos balanceados, combustibles, costo del sacrificio, fletes, entre otros); el precio medio pagado al productor en 2022 se incrementó en 5.7% respecto al 2021, con una tasa media anual de crecimiento de 7% del 2013 al 2022.
La carne de res es una fuente importante de vitamina B12 y B2, que ayudan a metabolizar proteínas, a formar glóbulos rojos y a darle mantenimiento al sistema nervioso central; aporta hierro, que es fundamental para mantener un adecuado transporte de oxígeno en nuestra sangre; es rica en zinc, que ayuda a protegernos contra el daño oxidativo y a la cicatrización de la piel; contiene fósforo, que ayuda a la neurotransmisión de las células del cerebro, además favorece al desarrollo de huesos, dientes y músculos. Por todo lo anterior es que su consumo habitual es de gran importancia.
México está poniendo especial atención a este sector, por ello la AMEG y MEXICAN BEEF han trabajado a lo largo de 15 años en mejorar la calidad de la carne bovina, respaldados de sólidas certificaciones de calidad e inocuidad para incursionar cada vez más en los mercados extranjeros y poner en alto el nombre de la carne de res mexicana.
Es así como nos podemos dar una idea de la enorme importancia que tiene la producción de carne de bovino, no solamente en México, sino en todo el mundo. Es una actividad que, si bien no es sencilla, bien ejecutada puede traer grandes beneficios económicos y sociales a un país, satisfaciendo la demanda alimenticia de su población y a su vez apoyando en el desarrollo de su economía.