México ya está perdiendo terreno en el mercado de la carne de res de Estados Unidos, su principal cliente, por la apreciación que ha tenido este año el peso.
Cifras de la Asociación Mexicana de Exportadores de Carne (Mexican Beef), elaboradas con reportes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, revelan que en este año la participación de México en las importaciones totales de carne de res estadounidense bajó de 25 a 21 por ciento.
Australia y Nueva Zelanda son los países que le están arrebatando parte del mercado estadounidense a la carne mexicana y no sólo por el tipo de cambio, sino también por menores precios, los cuales ya están empezando a hacer incosteable los envíos desde México.
La razón del mayor embate de ambos países de Oceanía al mercado de Estados Unidos se debe a las menores compras que les está haciendo China, su principal cliente, pues la nación asiática sigue registrando crecimientos récord en su producción de carne de bovino, explican fuentes de Mexican Beef.
Canadá, México, Australia, Nueva Zelanda y Brasil son, en ese orden, los cinco principales proveedores extranjeros de carne de res de Estados Unidos.
Al año México exporta el 15 por ciento de su producción total de carne bovino, básicamente cortes finos, y la mayoría va para la Unión Americana.
Del 1 de enero a la primera semana de noviembre del 2023, los exportadores mexicanos exportaron a Estados Unidos 229 mil 823 toneladas, 9.5 por ciento menos que en el mismo periodo del 2022.
En contraste, los envíos de Australia y Nueva Zelanda aumentaron 53 y 36 por ciento anual.
Con ello, la amplia brecha en participación que llevaba México sobre esos dos países en las importaciones de carne que hace Estados Unidos se redujo de manera significativa, pues la de Australia subió del 12 al 17 por ciento y la de Nueva Zelanda aumentó del 11 al 15 por ciento.
Juan Ley, presidente de Mexican Beef, refirió que el desempeño que han tenido las exportaciones mexicanas contrasta con la expectativa de crecimiento promedio de 10.5 por ciento en volumen que anticiparon a inicios de año los comercializadores del ramo.
“Pensábamos seguir con el crecimiento sostenido que hemos tenido año con año, luego se vino la apreciación del Peso y creíamos que era algo temporal; sin embargo, se prolongó todo el año y nos está pegando fuerte además de que se está haciendo complicado competir con producto que está llegando con menores precios a Estados Unidos”, expuso.
“Para que la exportación sea rentable es necesario que el precio genere un diferencial que permita compensar el costo de envío y generar utilidad a quien exportar y ya se está batallando con esto.
“El tipo de cambio nos está pegando en la exportación, pero también aquí en México, porque nos baja el precio (a nivel productor) de las piezas que compiten con las importaciones”.