Por la sequía que se vivió el año pasado, los ganaderos duranguenses iniciaron un proceso de despoblación, pero lo suspendieron cuando empezó a llover en noviembre. Ante ello, por la inminente sequía que se pronostica para este 2024, se exhortó a continuar con este proceso.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), Rogelio Soto Ochoa, expuso que, ante la falta de pasto para alimentar al ganado, es necesario que se siga recurriendo a la venta del mismo, ya que el avance que hubo es insuficiente.
“Se hizo una despoblación adecuada, controlada, desde el mes de septiembre, octubre y noviembre donde se lograron vender entre 55 mil y 60 mil vacas del hato ganadero”, refirió.
Sin embargo, se dejó de dar seguimiento a esta acción ya que se registraron lluvias en noviembre y la primera semana de diciembre, “y la gente dejó de vender sus vacas”.
De ahí que se sigue exhortando a los ganaderos a que continúen con la despoblación, “que sigan haciendo en la medida de las posibilidades una despoblación, lo dejaron de hacer por el motivo de las lluvias”, indicó.
Y es que el pronóstico apunta a que continuará la sequía este año por lo que aseguró que se tiene que continuar con las acciones, “tenemos que sacar aproximadamente entre el 35 y el 40 por ciento del total de 900 mil vacas, eso es lo que tenemos que despoblar, 35 por ciento mínimo, entonces estaríamos hablando de más de 300 mil cabezas, aproximadamente, unas 280, 300 mil cabezas es lo que tenemos que llegar a la meta”.
Advirtió que si no lo hacen ellos, “la naturaleza lo hará”, por lo que se perdería la posibilidad de vender.
Reportó que al cierre de 2023 la muerte de ganado superó las 25 mil. “Cerramos con alrededor de 25 mil 500 cabezas muertas en todo el ciclo”, lamentó. Por lo que exhortó a no esperar a que esto siga ocurriendo.
Sobre el precio al que pueden vender, expuso que se establece con base en la ley de la oferta y la demanda.
“Definitivamente todos los productos agropecuarios y el ganado en pie no es la excepción, es la oferta y la demanda lo que pone el precio, no lo pone un discurso, no lo pone un líder ganadero, no lo pone un político. Desgraciadamente nuestros productos, y en este caso el ganado en pie, es la oferta y la demanda el que manda el precio”, estableció.