Ángel García Yáñez, presidente de la Comisión de la Reforma Agraria del Senado de la República, hizo un llamado para que se otorguen apoyos económicos emergentes a los productores agrícolas y pecuarios, a fin de evitar la pérdida de cultivos y ganado a causa de la ola de calor y de las sequías.
El senador presentó un punto de acuerdo para que las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), así como las de Desarrollo Agropecuario de las diversas entidades federativas, impulsen apoyos.
Además, pidió a la Comisión Nacional del Agua que, ante la temporada de calor, diseñe las políticas públicas necesarias que permitan atender y aminorar el impacto de las sequías en todos los estados, con el propósito de asegurar el ciclo agrícola 2024-2025 y la vida de los animales.
El legislador mencionó que los campesinos y ganaderos se enfrentan a diversas situaciones que hacen más complejo garantizar la producción, pues además de los cultivos afectados por la presencia de plagas, se han registrado siniestros por la sequía de este año, afectando también los agostaderos.
Agregó que en el estado de Morelos las sequías y la ola de calor en 2023 afectaron a 20 mil hectáreas de cultivos y terrenos de pastizales donde se encuentran el ganado bovino.
En México, subrayó, el maíz es el cultivo más representativo, no sólo a nivel económico, sino social e incluso cultural, pues el consumo per cápita de este grano es de 196.4 kilogramos, lo que representa 20.9 por ciento del gasto familiar en alimentos.
En el punto de acuerdo, que enlistó en la Gaceta Parlamentaria del miércoles 17 de abril, el senador señaló que el campo mexicano desde hace muchos años enfrenta una situación compleja, pues además de las adversidades climatológicas, hay una insuficiencia en los apoyos que reciben para sacar adelante su producción.
Por ello, consideró urgente que las autoridades en materia agropecuaria, tanto federales como locales, de manera coordinada, lleven a cabo acciones, así como el otorgamiento de apoyos económicos emergentes a los productores.
Se trata, dijo, de compensar las pérdidas que se han tenido en los cultivos, lo cual ayudará a que los precios de estos productos no se incrementen y repercutan en la economía de las y los consumidores.