En la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) adelantaron que si las preocupaciones de segregación, causadas por el etiquetado “Product of USA” continúan y visibilizan sus efectos, se hará uso de todas las herramientas disponibles para salvaguardar tanto a los ganaderos mexicanos, como a los productores de carne.
Aseveraron que esta medida es contraria a los principios fundamentales establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC?), toda vez que no propicia la creación de una cadena de suministro segura y resiliente en la región norteamericana, ni reconocen la integración de la industria en la zona.
Dentro de sus comentarios sobre la nueva regulación, enviados al Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), señalaron que esto se debe a que la segregación que propone, resultará en un mayor gasto, tanto para los productores de carne de res de ese país, como para sus consumidores finales.
Esto se debe a que para ser utilizado, dicho rotulado excluye por completo al ganado bovino mexicano, ignorando el sustancial proceso de transformación por el que pasa antes de ser transformado en proteína animal, priorizando sobre esto, el otorgar una denominación de origen.
En Agricultura indicaron que si bien el etiquetado “Product of USA” es de carácter voluntario, en la práctica se convierte en obligatorio, así como en una medida discriminatoria que va contra las obligaciones ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por otro lado, los ganaderos mexicanos también se verían afectados por la regulación que entrará en vigor a partir del primer día de 2026, con volúmenes de comercialización limitados e incluso reducciones en los precios de los bovinos, derivando en una disminución de la competitividad. En la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) ya habían manifestado esta preocupación, expresando que los ingresos recibidos por animal serían menores debido a la inversión extraordinaria que se destinaría, por ejemplo, a enviar cada cabeza a corrales especiales.