Los principales retos que tendrá la industria cárnica en México este año será el impacto de la sequía en varias zonas, pocos insumos agropecuarios e inseguridad, destacó Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
En conferencia, expuso los grandes riesgos que enfrentan los ganaderos del país, pues incluso tienen que afrontar un incremento en el robo de vehículos, robo de camiones y extorsiones.
Inseguridad y sequía, retos de ganaderos
El presidente del Comecarne dijo: “Si logramos cambiar eso, podemos tener un nivel adecuado de competitividad y productos con calidad y precio; este es el reto que tenemos nosotros, porque el consumidor bien puede decidir no comprar productos nacionales, frente a los importados, porque cumplen con estas características”.
A pesar de este panorama, en Hermosillo, Sonora, no estima un aumento de precios en proteínas cárnicas, como sucedió en los últimos años, con repuntes del 4 al 13 por ciento.
De acuerdo con el último reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, el precio promedio del sector pecuario en la primera quincena de enero va con tendencia a la baja, pues la carne de res se encuentra en 173.3 pesos por kilo, una reducción de 1.5 por ciento en comparación con los precios a diciembre de 2023, la carne de cerdo está en 89.5 pesos por kilo, 3.4 por ciento menos, y el costo del pollo está en 85 pesos por kilo, 0.3 por ciento mayor.
“Yo creo que en términos de costo nos podemos mantener relativamente (…) viene arriba la parte de los salarios, igual consideramos que los niveles inflacionarios se pueden mantener”.
Detalló que el país enfrenta cuestiones para lograr autosuficiencia, pues el consumo aumenta a mayor nivel que la producción; en 2022, el consumo de la proteína cárnica fue de 9.8 millones de toneladas de carne, mientras que en 2023 fue de 10.3 millones, mostrando 4.9 por ciento de crecimiento, mientras que la producción creció 2.4 por ciento.