Con el objetivo de impulsar el crecimiento y posicionamiento de la industria cárnica norteamericana, el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) anunció una nueva colaboración con organismos homólogos en Canadá y Estados Unidos, enfocada en atender coordinadamente las áreas de oportunidad para las empresas.
Este trabajo tripartito concentrará sus esfuerzos en combatir las barreras y obstáculos, considerados como innecesarios, y que afectan al comercio transfronterizo en la región, asumiendo que este tipo de medidas perjudican a sus respectivos mercados.
Para ello, se pondrá énfasis en el intercambio de información para proponer y promocionar la implementación de procesos regulatorios simplificados, que garanticen que la proteína animal llegará de forma rápida y segura tanto a los clientes directos de la industria, como a los consumidores finales.
Van por el combate a las políticas restrictivas que entorpecen el intercambio de información y las políticas agravantes
Por medio de un comunicado, firmado también por el Instituto Norteamericano de la Carne de EE. UU. (NAMI, por sus siglas en inglés), y el Consejo Canadiense de la Carne (CMC), explicaron que las medidas obstructivas que quieren combatir son las políticas agraviantes relacionadas con el etiquetado o con la segregación de productos y animales, y que carezcan de sustento científico. A los trabajos comerciales, también se sumarán otros de carácter sostenible, bajo el entendido de que el empleo de un menor volumen de recursos, a través de medidas para hacer frente al cambio climático y el uso de tecnología innovadora, es fundamental para asegurar la alimentación de una población global creciente.
Las estrategias propuestas en este sentido considerarán factores como la diversidad regional, las condiciones económicas y sociales particulares, así como aspectos ambientales, con la finalidad de complementar las políticas gubernamentales en la materia.
Industrias económicamente interdependientes
Los tres organismos coincidieron que las industrias cárnicas mexicana, canadiense y estadounidense son económicamente interdependientes, por lo que comparten el compromiso de trabajar en sinergia entre ellas y con las autoridades de gobierno para beneficiar a las comunidades con alimentos, desarrollo económico y empleos.