Desde la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) recordaron que las condiciones climáticas pueden tener impacto en la salud de especies tanto domésticas como silvestres, motivo por el que el fenómeno meteorológico conocido como El Niño, debe ser motivo de preocupación para las autoridades internacionales.
William B. Karesh, integrante del grupo de trabajo sobre la fauna silvestre del organismo, comentó que esto se debe principalmente a las afectaciones en la disponibilidad de alimentos para los animales, así como a las temperaturas extremas, sequías e inundaciones.
También se deben considerar otros factores como los cambios en los movimientos naturales de los animales, a lo que se suma la deshidratación y la malnutrición, lo que puede derivar en el surgimiento de enfermedades transmitidas por vectores, es decir, la picadura de insectos o parásitos.
El experto recordó que el paso de El Niño causa el calentamiento gradual del océano Pacífico, resultando en eventos ambientales extremos, como inundaciones, sequías e incendios forestales, que modifican ecosistemas completos con repercusiones sociales y económicas.
En cuanto a su periodicidad, estas condiciones son irregulares, pues en promedio suele ocurrir en lapsos de entre dos y siete años, mientras que sus efectos perduran aproximadamente 12 meses, aunque se pueden prolongar.
El Dr. William B. Karesh explicó que la mejor estrategia para estar preparados contra este fenómeno, conocido también como Oscilación del Sur, es revisar la información relacionada con eventos anteriores, con la finalidad de comprender mejor los posibles impactos y con base en este conocimiento, crear planes de preparación.
También es importante que en estas labores se sume a los sectores involucrados y agencias privadas y gubernamentales, para el diseño de actividades en materia de comunicación, reservas de suministro, verificar la disponibilidad de agua y programas de contingencia ante brotes de enfermedades.