Cada vez más se consideran las emisiones de metano como una causa fundamental de la crisis climática, por lo que hay un gran interés en establecer cómo pueden mitigarse en los principales sectores agrícolas.
Para sensibilizar acerca de las posibles medidas que pueden adoptarse, y brindar a los Miembros diversas soluciones, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó un informe titulado Methane emissions in livestock and rice systems. Sources, quantification, mitigation, and metrics (“Emisiones de metano en los sistemas de producción de ganado y arroz. Fuentes, cuantificación, mitigación y mediciones”).
El informe fue preparado por un equipo multidisciplinario integrado por 54 científicos internacionales y expertos de la Alianza sobre evaluación ambiental y desempeño ecológico de la ganadería (LEAP) que alberga la FAO desde 2012. Ofrece una visión general y un análisis sólido de las emisiones de metano en los sistemas de producción de ganado y arroz. Se centra en las fuentes y los sumideros del gas metano, indica cómo pueden medirse las emisiones, describe una amplia variedad de estrategias de mitigación y evalúa el tipo de parámetros que se pueden utilizar para medir tanto las emisiones como su mitigación en el sistema climático.
“Los resultados y recomendaciones del presente informe impulsan los esfuerzos de los países y las partes interesadas que se han comprometido a reducir las emisiones de metano y, de este modo, nos ayudan a lograr sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes, de bajas emisiones y sostenibles”, señaló la Sra. Maria Helena Semedo, Directora GeneraL Adjunta de la FAO, en el prólogo del informe.
El metano representa aproximadamente un 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales y atrapa 25 veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono.
Las emisiones de metano de las actividades antropógenas contribuyen actualmente alrededor de 0,5 ºC al calentamiento global observado, por lo que su reducción es una importante vía para lograr el Acuerdo de París. El objetivo del informe es ayudar a que los sistemas agroalimentarios mundiales puedan contribuir al Compromiso Mundial sobre el Metano, una iniciativa no vinculante apoyada por más de 150 países con el fin de reducir las emisiones de metano en un 30 % respecto de los niveles de 2020 de aquí a 2030, lo que evitaría que se produzca un aumento de 0,2 ºC de las temperaturas medias mundiales para 2050.
La labor se encuentra en plena consonancia con la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático y el Marco estratégico de la FAO para 2022-2031, cuya aspiración es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante una combinación integral de las cuatro mejoras (una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores).
Además de los sistemas agroalimentarios, otras actividades humanas que generan emisiones de metano son los terraplenados, los sistemas de petróleo y gas natural y las minas de carbón. Aproximadamente un 32 % de las emisiones antropógenas de metano a escala mundial se debe a los procesos microbianos que se producen durante la fermentación entérica del ganado rumiante y los sistemas de gestión del estiércol, mientras que otro 8 % procede de los campos de arroz.
Cuestiones de medición
Una de las cuestiones más complicadas en relación con el metano es cómo medir sus emisiones e inventarios, evidentemente un factor decisivo para determinar las mejores vías de mitigación.
Se han elaborado métodos precisos, que a menudo implican mantener los animales en cámaras de respiración, pero son costosos, intensivos en mano de obra y difíciles de aplicar a los animales de pastoreo. Se ha desarrollado el uso sofisticado de drones y satélites, pero este enfoque conlleva un alto grado de modelización, y las investigaciones se están quedando atrás en lo que respecta a la validación de estos métodos, según se señala en la publicación.
Asimismo, las emisiones de metano entérico pueden variar sustancialmente entre animales de la misma especie, por lo que la selección genética, así como la innovación alimentaria en los piensos para el ganado, puede desempeñar una función.
Otro importante factor ambiental es que los suelos locales actúan como sumidero de metano. Las investigaciones resumidas en el informe indican que los suelos de los bosques de montaña son los más eficientes en este sentido, especialmente en los biomas templados, con tasas de almacenamiento cuatro veces mayores que las tierras de cultivo, y que las tierras de pastoreo secas. Estos resultados podrían apuntar a las ventajas de los enfoques silvopastoriles, como el que se aplica en un Sistema importante del patrimonio agrícola mundial en Portugal.
Una mayor cantidad de datos empíricos y normas de medición sistemáticas ayudarán a elaborar enfoques de mitigación locales mejor adaptados.
Cuestiones de mitigación
Las investigaciones sobre la mitigación del metano entérico han aumentado de manera exponencial, particularmente en el ámbito de las mezclas de piensos, la ganadería y la manipulación de rumen.
En el informe se analizan diversas estrategias disponibles en la actualidad, centrándose especialmente en las oportunidades y obstáculos a su aplicación en sistemas confinados y de producción de pastoreo parcial y en los sistemas de producción basados totalmente en el pastoreo. Para incrementar el valor de uso del examen, la FAO evaluó las estrategias en cuanto a sus repercusiones en la reducción de la producción de metano o las emisiones por unidad de producto animal y en lo que se refiere a los aspectos de inocuidad, la interacción con otros gases de efecto invernadero y otras cuestiones económicas, reglamentarias y sociales de las que depende la aplicación exitosa.
Se lleva a cabo un análisis similar en relación con los sistemas de producción de arrozales y se hace hincapié en reforzar la aceptación en todos los niveles de la cadena de suministro, de modo que la carga no recaiga únicamente en el productor primario.
Transformación sostenible de la ganadería
En relación con la Conferencia Mundial sobre la Transformación Sostenible de la Ganadería organizada por la FAO esta semana, la nueva publicación plantea una serie de puntos fundamentales y ofrece recomendaciones útiles.
La población mundial de rumiantes casi se duplicó entre 1960 y 2017, mientras que la de no rumiantes aumentó más del cuádruple. Se prevé que ambos sigan creciendo y que la demanda mundial de productos de origen animal se incremente hasta en un 70 % para 2050, lo que aumentaría las emisiones de metano y gases de efecto invernadero de los sistemas ganaderos.
Mediante la organización de la Conferencia y la compilación del nuevo informe, la FAO está ayudando a señalar el camino para que los Miembros pueden desarrollar sistemas ganaderos de bajas emisiones y resilientes al clima, permitiéndoles integrar los compromisos de reducción del metano en sus contribuciones determinadas a nivel nacional y sus políticas climáticas y, en última instancia, impulsando los progresos hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.